Arveja (Pisum sativum L.)

 

La arveja (Pisum sativum L.), también conocida como guisante o chicharro, es una leguminosa de gran importancia para el consumo humano; así mismo es muy apreciada y valorada por su calidad nutricional y el aporte a la  salud de los consumidores ya que es fuente de proteínas, carbohidratos  y fibra, además de ello en estado fresco o refrigerada proporciona hierro,  tiamina y bajo contenido de  grasa. Esta  se consume fresca o verde y también en estado seco (FENALCE, 2010)

 

Esta especie no solo se usa para alimentación humana, también es apetecida en Colombia como en otros países para la fabricación de ensilajes y alimento para animales, las ventajas que ofrece esta comparativamente con otro cultivo radica en el  ciclo de vida hasta  la producción, puesto que es relativamente corto , pudiéndose efectuar rotaciones con otros cultivos para aprovechar el nitrógeno atmosférico fijado mediante la asociación simbiótica  con bacterias del suelo, característica en común de la familia Leguminosaseae (Fabaceae).

 

Según la FAO, la producción mundial de arveja verde para el año 2008,  fue de 8,4 millones de toneladas, actualmente figuran  95 países productores de este grano en fresco, siendo China el principal productor seguido de la  India  y  Estados Unidos; Colombia ocupa el puesto número 25.  La arveja se cultiva en catorce departamentos, pero su producción se concentra en Cundinamarca, Boyacá, Nariño, Tolima y Huila, que cubren cerca del 90% del área reportada en el  2009. Existen dos sistemas de producción de arveja: la siembra con tutor, comúnmente denominada “colgada” y la  siembra rastrera sin tutor. El primero se  caracteriza por los altos costos, altos rendimientos y mayor calidad y se cosecha  en verde. Esta siembra es la que predomina en el país. La siembra rastrera está  concentrada en Nariño, donde se utiliza  para producir arveja seca para semilla (FENALCE, 2010).

 

La arveja fue la planta con la que Gregorio Mendel, en  1860, estudió los caracteres de la herencia y reconoció que  algunos rasgos de la arveja eran dominantes, mientras que  otros eran recesivos; los resultados de sus experimentos condujeron a las leyes básicas de la herencia y así nació la ciencia  de la genética. Las investigaciones realizadas en arveja son muy pocas, puesto que se ha prestado muy poca importancia a este campo. Las actividades de este tipo  están orientadas a la obtención de nuevas variedades, manejo de tutorado en el caso de la arveja trepadora y manejo del cultivo. Las variedades más sembradas en el país son: Santa Isabel, Piquinegra, Guatecana, Sindamanoy, Obonuco San Isidro  y Obonuco Andina. En Nariño, además, se siembran algunas  variedades de tipo determinado como la Lojanita, Cobri y Santa Cecilia (FENALCE, 2010).

Las investigaciones realizadas estas encaminadas a solucionar problemas sanitarios en el caso de Ascochita sp, rugosidad de la semilla, numero de vainas por planta, precocidad, etc.

 

 El presente estudio se realiza con el fin de obtener una variedad a partir de las cruzas sucesivas entre variedades trepadoras, intermedia y arbustivas que contribuya con la disminución de costos para los agricultores, por la ausencia de tutorado, y además evaluar la superficie de la semilla (características fenotípicas) tanto para corroborar el proceso de hibridación artificial en arveja (Pisium sativum L). ¿Cómo es el comportamiento del genotipo según el ambiente?